Últimas noticias - Buddha
El Buda gordo, con su vientre redondo y su sonrisa infecciosa, trasciende las fronteras culturales y religiosas para impartir una sabiduría atemporal.
En la risa y la simplicidad de Budai, encontramos una guía para navegar las complejidades de la vida con gracia y serenidad.
El Buda de la caridad, con su mano extendida y su presencia compasiva, se erige como un símbolo luminoso en el rico tapiz de la iconografía budista.
En sus enseñanzas sobre generosidad y desinterés, el Buda de la caridad invita a los seguidores a iluminar el mundo con el poder transformador de la compasión.
La cabeza de Buda de Sukhothai se erige como un guardián silencioso del legado cultural y espiritual de Tailandia.
En su mirada serena y su suave sonrisa, uno encuentra no solo una obra maestra artística sino una invitación atemporal para explorar las profundidades de la paz e iluminación interior.
Bodhisattvas en el budismo del sudeste asiático son venerados por su inquebrantable compromiso con el bienestar y el desarrollo espiritual de todos los seres sintientes.
Encarnan los valores de compasión, sabiduría y desinterés, que son fundamentales para el camino budista.
El Buda de Abhaya, con su poderosa presencia de Mudra y compasión, nos invita a abrazar la valentía y cultivar la compasión en nuestro viaje a través de la vida.
Mientras contemplamos el simbolismo de la mano elevada y las enseñanzas que encarna, podemos encontrar inspiración para enfrentar desafíos con coraje, extender la compasión a los demás y caminar el camino hacia la paz interior y la valentía.
El Buda Budai, con su sonrisa contagiosa y sus gestos simbólicos, trasciende los límites culturales y religiosos para ofrecer un mensaje universal de felicidad, generosidad y satisfacción.
Ya sea que lo encuentres en un mercado bullicioso en China, un jardín sereno en Japón o en un estudio de yoga en Occidente, el Buda de la risa continúa irradiando una sensación de serenidad que resuena con personas de todos los ámbitos de la vida.
Ser budista es adoptar un viaje espiritual profundo guiado por las cuatro verdades nobles, el camino ocho, los cinco preceptos, meditación, compasión y el reconocimiento de la impermanencia y el no auto.
Es un camino de autodescubrimiento, vida ética y atención plena que busca trascender el sufrimiento y alcanzar un estado de liberación y paz.