Budismo mahayana versus budismo temprano: una nueva visión de la iluminación y la compasión
El budismo mahayana reinterpretó la iluminación de manera profunda en comparación con el budismo temprano, ampliando el concepto de un objetivo de liberación personal a un despertar universal y compasivo para el beneficio de todos los seres.
Este cambio refleja la visión espiritual más amplia del Mahayana y su distintivo énfasis filosófico.
Budismo temprano: la iluminación como liberación personal
En el budismo temprano o Theravāda, la iluminación, conocida como nirvana o nibbana—representa el cese completo del sufrimiento y el ciclo de renacimiento (samsara) a través de la erradicación de la ignorancia, el anhelo y el apego.
Alcanzar la iluminación significa convertirse en un arhat, alguien que ha alcanzado la liberación total para sí mismo siguiendo las enseñanzas del Buda y cultivando la conducta moral, la meditación y la sabiduría.
Esta visión se centra principalmente en poner fin al propio sufrimiento y escapar del renacimiento samsárico, centrándose en obtener una visión de las tres marcas de la existencia (impermanencia, sufrimiento y no-yo) que provocan el fin de los engaños mentales.
La naturaleza personal de la iluminación significa que el camino mira hacia adentro, enfatizando la purificación y la comprensión individuales.
Budismo Mahayana: la iluminación como bodhicitta universal
El budismo mahayana introdujo una reinterpretación transformadora: la iluminación no es simplemente un estado personal sino un despertar imbuido de bodichita—la intención altruista de alcanzar la Budeidad con el fin de liberar a todos los seres sintientes. Esta “mente de iluminación” representa tanto la sabiduría como la compasión plenamente florecidas y activamente comprometidas en una actividad compasiva.
Los aspectos clave de la redefinición Mahayana incluyen:
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Ideal del bodhisattva: En lugar de buscar el nirvana personal inmediato, los practicantes aspiran a convertirse en bodhisattvas que posponen la iluminación final para ayudar a otros en el camino.
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Tres Cuerpos de Buda (Trikaya): Se entiende que la iluminación abarca el Dharmakaya (verdad última), el Sambhogakaya (cuerpo de gozo o dicha que aparece a los bodhisattvas) y el Nirmanakaya (cuerpo de manifestación en el mundo), enfatizando varios niveles de existencia y actividad iluminadas.
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Vacío (Śūnyatā): La iluminación implica darse cuenta del vacío de la existencia intrínseca en todos los fenómenos, incluido el yo, uniendo la sabiduría con la comprensión de la interconexión.
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Compasión y Sabiduría Integradas: La iluminación total significa la unión de una visión profunda y un compromiso compasivo, no sólo la realización intelectual o la paz dichosa.
Implicaciones prácticas y filosóficas
Mahayana ve la iluminación como un proceso dinámico extendido a todos los seres en lugar de un punto final únicamente para el individuo. Esta visión transforma la iluminación en una misión social y cósmica: el despertar se convierte en una acción responsable y compasiva para aliviar el sufrimiento universal.
Las enseñanzas mahayana consideran que todos los seres poseen inherentemente la naturaleza búdica y, por lo tanto, son capaces de despertar, aunque la mayoría permanece sin iluminación debido a la ignorancia. Por lo tanto, alcanzar la iluminación consiste en descubrir este potencial innato y compartir sus beneficios desinteresadamente.
En resumen, el budismo mahayana redefine la iluminación desde un estado personal de liberación en el budismo temprano a un camino inclusivo y compasivo de despertar universal, enfatizando el voto del bodhisattva de liberar a todos los seres.
Esta perspectiva más amplia transforma la iluminación en un compromiso activo con el mundo arraigado en la sabiduría y la compasión ilimitada.